Lo primero que no puedes perderte es su CASCO ANTIGUO
Los soportales, plazuelas, iglesias y palacios de diferentes estilos: de románico a indiano pasando por barroco y neogótico conforman el casco histórico de Avilés, tal vez el mejor conservado y más bonito de Asturias (junto con el de Oviedo).
Las paradas obligatorias son La Plaza de España, donde está el ayuntamiento. La calle la Ferrería, centro del antiguo casco amurallado. La iglesia de los Padres Franciscanos, junto al antiguo puerto, con su puerta desgastada por el salitre o El palacio de Camposagrado, el edificio barroco más bonito de Avilés.
 
Puedes visitar los bares del recorrido y degustar la sidra para continuar tu visita por el barrio marinero medieval de Sabugo, con la plaza Carbayo, la iglesia vieja de Sabugo y sus bancos de piedra en los que se reunía la Comunidad de Mareantes para planear la pesca, incluida la de ballenas. 
La calle Rivero, tramo del Camino del Norte, es de las más concurridas de Avilés o la fuente de los caños de San Francisco, del siglo XVII. 
También te recomendamos descubrir el parque de Ferrera, con sus jardines de estilo inglés y francés. O el parque de Carbayedo, antigua sede de la feria del ganado, con su hórreo y su abrevadero convertido en fuente.
Una de las calles más bonitas de Avilés, es la calle Galiana. Tiene más de 250 metros ininterrumpidos de soportales. Otro de los sitios más bonitos de la ciudad es el mercado de abastos de la ciudad